"Premio Literario 50 Aniversario de MCC"

Son las 8:45 de la mañana en Mondragón, en el aula de un Master de MU se encuentran dos alumnos (Borja y Antxon) y el profesor. Como todavía quedan quince minutos para el comienzo de la clase, inician una conversación sobre el cooperativismo.
Borja: Menudo montón de cooperativas que tenéis en este valle.
Profesor: La verdad es que si. ¿Es vuestro primer contacto con las cooperativas?
Borja: Para mi si
Antxon: Yo estudie Ingeniería en MU, por lo que ya he tenido contacto con algunas de ellas.
Borja: ¿Esta la gente a gusto en las cooperativas? Es que mis experiencias laborales en S.A. no han sido satisfactorias; no me preguntaban, no les interesaban mis inquietudes… me daba la impresión que no contaban mucho conmigo.
Antxon: Creo que te entiendo, te sentías abandonado, no eras libre. No tenías libertad para aportar, porque nadie te escuchaba. No tenías libertad de movimiento, porque nadie te ayudaba en tus iniciativas. ¿Eso es lo que sentías?
Borja: En parte si.
Profesor: La libertad precisamente es uno de los valores del movimiento cooperativo. La libertad dentro de un colectivo. Eso es lo que buscaba Arizmendiarrieta, que el trabajo se convirtiera en un instrumento de expresión de las libertades del individuo para impulsar un colectivo y el individuo hacia el crecimiento.
Antxon: Me atrevo a decir que el movimiento cooperativo ha sido la mayor expresión de libertad que a tenido este pueblo en toda su historia.
Borja: Muy bonito, pero ¿y ahora que?
Antxon: Esta claro que todo movimiento evoluciona, y este no debe ser menos, el cooperativismo es el punto de partida de un largo recorrido, que ira sobrepasando las fronteras de nuestro pueblo hasta abrazar al mundo entero.
Borja: Parece interesante esto del cooperativismo. Pero, ¿Cuál es su filosofía? ¿En que se basa?
Antxon: Yo te puedo decir cual es el ideal, la utopía que persigue. Trata de transformar la sociedad hacia un horizonte más justo, más solidario…donde todos nos sintamos orgullosos de lo que aportamos a la sociedad y de lo que la sociedad nos aporta.
Profesor: Muy bien, Antxon. ¿Como lo diferenciarías del capitalismo?
Antxon: Por el significado del trabajo, mientras que en el capitalismo el trabajo es el medio para adquirir dinero y con ello riqueza material, en el cooperativismo el trabajo se entiende como la capacidad creadora y transformadora, el instrumento para materializar los ideales. Es decir, la cooperativa es el medio para conseguir la autorrealización tanto del individuo como del colectivo, y con eso caminar hacia un nuevo orden social. Esto si que me parece a mi un estilo de vida!
Borja: Pero es que en la realidad los directivos se centran en los resultados, ¿Cómo deberían de actuar?
Antxon: Tienes razón, los directivos solo piensan en ganar dinero. Están centrados en los números, y si uno se centra en los números lo más que puede conseguir es mejores números. Mientras el preocuparse por las personas y sus conciencias, consigue transformar la sociedad, la empresa, la familia y lo que se ponga delante. La gestión de una vez por todas, debe dejar en un segundo plano los resultados y convertirse en un agitador de conciencias.
Profesor: Creo que hemos dado con otro de los valores de cooperativismo: la conciencia. La conciencia de la responsabilidad individual. La conciencia de compromiso para con la sociedad. La conciencia de tener latente en todo momento por lo que se esta uno sacrificando. Eso es precisamente lo que buscaba Arizmendiarrieta, sacar de su letargo a la sociedad y que con su despertar pasaran a la acción. El decía:"El secreto del verdadero pedagogo esta en convencer, en proyectar tareas, en lanzar a la acción… y todo ello con tenacidad y paciencia."
Borja: Y de Arizmendiarrieta, ¿Qué me contáis?
Antxon: Me leído un par de libros que han escrito sobre el (Lankidetza, El otro Don José Maria) y si te digo la verdad, es una persona que consigue emocionarme hasta el punto que me salen las lagrimas.
Borja: Ahora entiendo el porque del entusiasmo que estabas manteniendo durante la conversación.
Antxon: Tenía una forma de pensar tan noble, tan solidaria… Lo único que buscaba era el bien para los demás, y en esa lucha dio la vida.
Profesor: Para terminar, que mejor que recordar su slogan: BETI AURRERA!
Antxon y Borja: AURRERA BETI!